Circuito Norte, conversó con la artista chilena Paula Zita Espinoza (ZITART). Quien nos habló sobre sus prácticas dentro de un arte escénico integral.
Nos podrías hablar del proceso de producción de tu performance PUEDO SER COMO QUIERES QUE SEA, ¿Cuales son los conceptos implicados con los que trabajas y cómo ha sido su recepción por parte del espectador?
Esta performance comenzó en una cátedra de la Maestría en Performance de la UNA con Maricel Álvarez, en ésta se nos pidió que hiciéramos una reelaboración de un trabajo performático de algún artista emblemático en relación a nuestro intereses personales. Yo quise tomar a Cindy Sherman por sus fotografías en que ella se caracteriza de distintos tipos de mujeres. Me conecté con su trabajo por mi línea creativa personal, yo además de ser actriz y performer, trabajo como maquilladora efectista para producciones teatrales y audiovisuales, por lo que la idea de auto-caracterizarme no es ajena a mí, muchas veces practico distintas técnicas en mi misma antes de probarlas en otras personas.
Entones, una vez que me identifiqué con Sherman, quise darle una vuelta más personal y no hacer exactamente lo que ella, sino sólo apegarme a la idea de artista que se caracteriza de distintos tipos de mujeres. Ella, en sus comienzos lo hacía entorno a los cánones de belleza que las revistas de publicidad imponían y a prototipos femeninos, yo intento abordar la idea de la transformación de las personas según el deseo del ojo ajeno. O sea, para mí, es muy evidente cuando una persona, incluso yo misma, se adapta, modifica y se reestructura física y sicológicamente en función a lo que el otro quiere o espera de una o uno, ya sea por una necesidad de aceptación, atención, mimetismo o integración a ciertos grupos. Como seres humanos somos entes adaptables que de acuerdo a los contextos –trabajo, redes sociales, afectos, formalidad, etc.- casi sin notarlo estamos mutando todo el tiempo. Por esto, planteé la idea de mujer como reflejo del deseo del otro, independiente del prototipo y estándar de belleza, sino más bien ligado a la subjetividad del gusto, que puede ser variado para cada individuo e independiente del sexo. Y como de acuerdo a mi planteamiento, la modificación no es sólo física, quise hacer un registro en video de cada una de mis transformaciones, así no se limitaba sólo a la imagen estática de la fotografía. Primero, creé cuatro diferentes tipos de mujeres, utilizando para esto la premisa “me gustan…”, con esto comencé a completar la oración poniéndome en función de un ojo ajeno, diciendo por ejemplo “me gustan rubias”, “me gustan agresivas”, “me gustan naturales”, etc. Y así fui armando mis primeras modificaciones de acuerdo a cómo me imaginaba que sería cada una. Pero mi idea original no era que yo siempre decidiera cómo quería ser, o imaginándome cómo otros podrían querer que yo fuera, no habría tenido sentido llevarlo sólo al plano de lo ilusorio, yo quería que realmente otros afectaran en mi configuración como ser humano.
La primera vez que mostré este trabajo, yo me presenté sin caracterización, llevé mi video con los cuatro tipos de mujeres, no quise darles un nombre ni adjetivo calificativo específico. En esa ocasión dije que esa sería la primera vez que me verían así, dispuse una urna y papeletas de votación, reproduje el video y pedí a los asistentes que votarán de acuerdo a cómo ellos querían que yo fuera y según el resultado de ésta, entonces en una siguiente presentación yo iría al evento siendo lo que la mayoría quiso. La siguiente ocasión, fui caracterizada desde mi casa, que fue una tremenda experiencia para mí, porque realmente fui otra persona la que salió del edificio y llegó al lugar del evento. Así ha sucedido entonces como una preformance interactiva, la gente vota y yo cambio.
La última vez fue diferente, por primera vez mi transformación fue en vivo. Mientras mostraba el video con el catálogo de caracterizaciones, la gente podía hacer su votación, ver cómo era el proceso y además sentarse a conversar conmigo. Esa también fue una gran experiencia para mí, se transformó en una especie de terapia. A quienes se sentaron a conversar y compartir una copa de vino, les pregunté cuándo habían sentido que habían cambiado por el deseo de otra persona, surgieron situaciones muy interesantes, planteamiento filosóficos y experiencias personales muy profundas que nunca imaginé que surgirían. Yo también compartí mi historia y mis puntos de vista con quienes quisieron sentarse a conversar, fue más bien una terapia y reflexión compartida. Ahí es cuando realmente se puede conectar con el receptor y saber qué piensa, cuando realmente el tema de la identidad y el deseo se tocan claramente y no me voy pensando en que hago algo sin establecer un lazo, más allá de si lo entendieron o no.
También tienes un vínculo con lo teatral y la instalación ¿Lo realizas desde la performance? ¿en qué otros proyectos estás participando?
La verdad es que me es difícil pensar cada cosa por separado, por lo general todo se mezcla naturalmente, a estas alturas de mi carrera claramente. Al principio sólo hacía teatro, era mi única herramienta, pero cuando fui tomando nuevas disciplinas en mi camino, entonces todo se me fue vinculando. Si uno se pone estricto con el concepto de performance, entonces puede caer en el rechazo hacia lo teatral, para mí no es necesario ser tan crítico y restrictivo, no me gusta encasillar en una sola línea cuando se pueden hacer cosas interesantes desde todos lados.
Cuando pienso en una performance inevitablemente pienso en el espacio y en los objetos que van a invadir el espacio, no sólo en el cuerpo. Casi siempre en mi cabeza lleno la escena, pero luego voy limpiando y quitando hasta lo que creo esencial. A veces el resultado incluso es sólo una idea de instalación donde el cuerpo no necesita estar presente.
Y lo teatral en estos momentos me resulta complejo de visualizar desde el realismo por ejemplo, creo que una vez que la esponja de lo interdisciplinario comienza a absorber, ya es muy complejo imaginar lo clásico como elemento único y puro, puedo reconocer cuando un clásico está bien logrado, pero ya me resulta aburrido cuando siento que hay tanto más por indagar.
En estos momentos estoy con proyectos personales, en estos trabajo con Leo Sánchez Caro en todo lo que es audiovisual y fotográfico, tengo algunos videoperformance que dan vueltas en distintas muestras que principalmente tienen que ver con el cuerpo, el maquillaje y la pintura.
Además, en Junio pasado estrenamos una obra de teatro instalativo, Poyecto Reset, con Carolina Arandia (AR) y Omayra Martinez (CO), en espacio Experiencia Hiedra en Buenos Aires en el marco del ciclo Intervencionismos para performance y dramaturgias contemporáneas. Este proyecto tiene un cruce con lo clásico del teatro de máscaras, la instalación y los nuevos medios, bajo los conceptos de las capas de poder, el control, el observar y ser observado.
En lo instalativo, actualmente tenemos con Cinthya Pinedo (MX) e Inés Rocca (UY) el proyecto Donde debería estar la musa, el cual plantea la ausencia del rol de creadoras de la mujer en la historia del arte, esta instalación recrea una obra pictórica y sitúa al espectador en la posición de la musa del cuadro para que pueda oír lo que la musa tiene para decir.
Nos podrías hablar de tu experiencia como performance de un vestido electromágnetico, obra diseñada por la artista Constanza Piña.
Siempre he dicho que Coni marcó un antes y un después en mi carrera hacia los nuevos medios y lo interdisciplinario. Encontrarnos en Buenos Aires después de años sin vernos fue, además de hermoso, muy provechoso, ella me mostró que con la cantidad de herramientas que yo ya tenía, podía hacer muchas cosas, fue como si me hubiese empujado a un abismo en el que sigo planeando. Coni tiene algo que es muy bonito, y es la capacidad de hacer conexiones entre personas y generar redes a su alrededor. A través de ella conocí a gente muy valiosa en el mundo del arte contemporáneo, con ideas que me removieron profundamente y con quienes sigo teniendo lazos creativos muy positivos.
Cuando nos encontramos, ella me invitó a participar como performer en su obra Heroína, para el encuentro de arte, ciencia y tecnología FASE del 2013. Ella había realizado un traje con circuitos leds y sensores que permitían emitir sonidos por unos parlantes incorporados en el mismo traje ¡Fascinante! En esos momentos yo no entendía absolutamente nada de qué se trataba todo ese aparataje, sólo me preocupé de bailar y hacer contacto con los espectadores para que a través de ellos se activaran los sensores y crear la interactividad. Creo que mi mayor aporte a su trabajo fue incorporar el maquillaje, pero de todo lo demás no entendía nada y me parecía muy interesante.
Después de eso, al año siguiente, nuevamente me invitó a participar con un proyecto para FASE, pero esta vez no sólo como performer, sino también en el equipo de colaboración para la realización de una antena fractal, que luego sería ajustada a mi espalda. A través de ésta, captamos las ondas electromagnéticas que circulaban por el lugar, las cuales Coni tradujo en sonidos para todos los espectadores. Luego, esta antena quedó en el CC Recoleta como instalación. Esta experiencia me permitió conocer a un grupo de personas muy lindo que venían de distintas áreas, visuales, programación, robótica, performance etc. Con ellos abrí mi cabeza para entrar en nuevas ramas que no se alejaban de mi formación
¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajo con diversos lenguajes artísticos y sobre cuales te gustaría indagar o seguir indagando?
A veces me complico un poco, porque hay tanto por manejar y pensar que se me enrosca la cabeza, en esos momentos digo “debería haberme quedado en el teatro solamente”, afortunadamente cuando me aclaro se me pasa ese pensamiento y vuelvo a maquinar. Pero en general es complicado, porque antes yo sólo pensaba en que no se me olvidara el texto, no lo técnico que era más bien básico y dependía de otro, sólo me preocupaba de saber salvar si había un error y estar atenta a improvisar. Pero cuando me enfrenté a estrenar una obra que incorporaba nuevos medios e instalación todo fue diez veces más complejo, mi cabeza tenía que pensar en actuar y en manipular elementos, en armar los circuitos, las programaciones, pensar en las visuales, en el espacio que recorre el espectador, en tener un vj además de técnico en luces y sonidos, entonces el texto parece que ya no es lo más importante, sino una partecita de un montón de otras partecitas más. Sobre todo cuando hablamos de producciones de mínimo presupuesto, donde todos hacemos muchas cosas. A eso hay que sumar que cuando se incorporan sistemas, sensores o cualquier tipo de circuito, hay una probabilidad horrorosa e inquietante de que éstos en mitad de la función dejen de andar, eso es muy estresante, pero también es algo que se va aprendiendo con el tiempo, un poco a dominarlo y lo que es indominable, aprender a reaccionar y a prevenirlo. Yo siento que aún me queda mucho por aprender.
Creo que hasta ahora todo lo que he ido incorporando en conocimientos ha ido aportando a mi trabajo creativo, en un principio estudié teatro y realicé mi tesis en la música en vivo en la puesta en escena, eso lo abandoné por años y estudié maquillaje de todos los tipos, me especialicé en el maquillaje de efectos especiales, eso me llevó a trabajar con moldes, látex, resinas y una serie de otras materialidades. Desde ahí salté hacia el animatronics por la necesidad de hacer mover a distancia ojos y manos de zombies, y luego a la programación para robotizar los sistemas.
Hasta ahí tenía una serie de herramientas por separadas y con las cuales necesitaba hacer algo urgentemente o me llevaría la vida saltando de un interés a otro. Entonces, la Especialización en Teatro de Objetos, Interactividad y Nuevos medios fue mi caja en la cual puse todo estos conocimientos y comencé a crear conectando unos con otros. Después, tuve la carencia de un formato que me permitiera mover las creaciones fuera de los márgenes de lo teatral, que me parecía muy extenso y limitante, a partir de esa necesidad ingresé a la Maestría en Performance. Ésta, entre muchas cosas, me ha mostrado las diversas formas de exponer.
Y la verdad es que después de tanta travesía, me he dado cuenta que lo más importante de tener diversos conocimientos no es saber hacerlos todos a la perfección, sino saber cuáles son las potencialidades de éstos y saber cómo comunicarse con quien es el especialista que trabajará contigo en tu proyecto.
También comprendí con el tiempo que uno puede hacer lo que quiera, performance, teatro, video, foto, o todo junto, siempre y cuando se ponga cabeza en ello y no sea hacer por hacer, por capricho egoísta, porque uno siempre hace para el otro, y aunque uno no haga lo que el otro quiere ver o quiere sentir, creo que es importante tener en cuenta que hay un otro. Yo veo muchas performance que no me gustan para nada, pero aprecio cuando siento que esa persona puso parte de sí para hacerla y no sólo lo hace por exponerse mediáticamente.
Por ahora no tengo una línea establecida para seguir mi trabajo, pero si me interesa continuar con la idea de la transformación del cuerpo, además me llama mucho la atención la duplicación del cuerpo y eso es algo en lo que estoy trabajando actualmente. Estoy en una etapa de investigación y de experimentación, con lo que espero llegar a hacer obra.